Si nos basamos en un modelo de 6 zonas de entrenamiento, la zona 2 es aquella en la que se pueden conseguir mejores adaptaciones aeróbicas.
¿Qué significa esto?
En primer lugar, hay que tener claras las dos principales fuentes de energía que utiliza nuestro cuerpo al hacer ejercicio, las grasas y la glucosa.
A intensidades bajas, nuestro cuerpo metaboliza mayoritariamente grasas, siendo la contribución de los carbohidratos (CH) muy pequeña. A medida que vamos aumentando la intensidad del ejercicio, alcanzaremos un punto en el que las cosas empiezan a cambiar. El "Fat Max". Hasta alcanzar el Fat Max, las grasas eran el principal combustible, pero, a partir de aquí, el uso de CH empieza a aumentar, al mismo tiempo que el consumo de grasas empieza a disminuir. Esto se debe al aumento de demanda de ATP, que no puede ser suministrado en suficiente medida por las grasas.
Alcanzado este punto, entraríamos en la z3, pero esto lo dejamos para otra ocasión...
El proceso que acabo de describir, está directamente relacionado con el uso de Fibras Musculares de Contracción Lenta y Fibras Musculares de Contracción Rápida, como se puede observar en la siguiente infografía.
¿Qué conseguimos al entrenar en z2?
De forma muy resumida, estos son los principales beneficios de entrenar en zona 2:
1. Mejorar nuestra función mitocondrial: La mitocondria es la célula muscular por excelencia. En ella tiene lugar la producción de ATP (Adenosín Difosfato), el sustrato que permite la contracción muscular.
2. Mejorar la capacidad de eliminar lactato: El lactato es uno de los residuos o radicales libres, que resultan de la producción de ATP. Eliminar el lactato de la célula de forma eficiente es clave.
3. Mejorar la oxidación de grasas: "Enseñarle a tu metabolismo a usar las grasas durante más tiempo, aumentando así el Fat Max. Esto nos permitirá tener mayor disponibilidad de CH durante más tiempo.
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